Son extremadamente eficientes para controlar las condiciones climáticas de los edificios donde se tiene al animal. El control climático del edificio es producto del intercambio de energía entre el aire y las gotas creadas por estos nebulizadores.
Al liberarse las gotas pasan de estado líquido a ser una fina capa de rocío. Este proceso ayuda a disminuir la temperatura del área de 4 a 6°C. Los resultados generales y la efectividad del sistema dependen de la temperatura y la humedad del exterior.